domingo, 3 de agosto de 2014

Graduarse de sí mismo


La vida no viene con un manual de instrucciones. De modo que, mientras aprendemos a usarla, año tras año, apretamos todo tipo de botones equivocados: lastimamos y somos lastimados, perdemos oportunidades, defendemos obstinadamente nuestros autoengaños... Sin embargo, a veces a pesar de ello, y otras gracias a ello, año tras año podemos ir gestando la perla gozosa y sufrida del autoconocimiento. Propia. Tal vez lo único realmente propio que uno pueda llevarse de este mundo.

Tu error puede ser tu capital, parte esencial de tu currículm vitae, de tu hoja de vida. Como también lo es tu logro. Y un día sucede: sucede que uno acepta a ése que uno es. Ése que no es exactamente el que otros esperaban que fuera. Inclusive es posible que ni siquiera sea el que nosotros mismos esperábamos llegar a ser. Sin embargo, es el que es (y tal vez sea más que bastante!). Al renunciar a las expectativas erradas sobre quienes somos, podemos comenzar, más descansadamente, a descubrir el que ni imaginamos que podríamos ser. Qué alivio produce el poder dar de baja tantas expectativas, y no tener que ser de determinada manera para ningún público! Y también qué ahorro de energía implica el dejar de molestarse a sí mismo por no ser el que uno no es...

A partir de esa madurez la vida ya no depende más de lo que otros opinen: uno puede decirle a quien quiera indicarle cómo vivir sin que uno se lo haya preguntado: “Mi vida no es opinable”. (Los necios también son no-opinables, pero de otra manera...) Ése es el mérito de que los años no pasen en vano, si es que en vano no han pasado. Entonces hagamos esto: cumplamos años, porque escumplir porciones de nuestro destino en esta tierra. Un año más para ir logrando esta tarea de graduarse de sí mismo. No importa cuándo sea tu fecha: tomemos la excusa del reciente cambio de almanaque para cumplir años ahora, todos juntos. Cada uno elija una persona querida y dígaselo. Mírele a los ojos y convídele este poema de Mario Benedetti, “Onomástico”. Buenos tiempos para los nuevos tiempos!



Hoy tu tiempo es real / nadie lo inventa
y aunque otros olviden tus festejos
las noches sin amor quedaron lejos
y lejos el pesar que desalienta

tu edad de otras edades se alimenta
no importa lo que digan los espejos:
tus ojos todavía no están lejos
y miran / sin mirar / más de la cuenta

tu esperanza ya sabe tu tamaño
y por eso no habrá quien la destruya;
ya no te sentirás solo y extraño
vida tuya tendrás y muerte tuya;
ha pasado otro año / y otro año
le has ganado a tus sombras / aleluya!

(Publicado por la revista Sophia OnLine en enero de 2012)

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